Es tremendamente llamativo cómo hay un gran número de personas en todo el mundo haciéndose los sorprendidos ante evidencias como las reveladas en el informe de mortalidad del mes de noviembre publicado por el MoMo. Resulta que las muertes se han disparado en nuestro país y nadie entiende los motivos.
Los datos revelados por el MoMo detallan que se han producido 2.994 más muertes de las esperadas (esta cifra es aún provisional), cuando durante este mismo mes, según el Ministerio de Sanidad, se produjeron en torno a 640 fallecimientos por Covid-19. Y Lo peor no es que haya un día con más de 200 fallecidos de más (el 9 de noviembre se registraron 243 más defunciones de las esperadas), sino que se mantenga ese exceso de mortalidad durante tanto tiempo.
Otro problema más que no entienden los expertos, son defunciones que están produciéndose sin diagnosticarse, es decir, no esperadas debido a enfermedades u otros motivos. ¿Cuántos titulares han visto ustedes en los últimos tiempos en los que se nos dice “muere repentinamente”, “muere de un infarto” o “muere de un ictus”, solo por poner algunos ejemplos?
Pero, ¿realmente hace falta ser experto de algo para darse cuenta de lo que está pasando? ¿Estamos tontos, o qué? Aquí lo que está sucediendo lo sabemos todos y se llama efectos secundarios de las inoculaciones. ¿Quieren seguir jugando al juego del despiste y del qué sorpresa, es inexplicable, o nos empezamos a poner ya las pilas y a llamar a las cosas por su nombre?
Hacer el idiota puede ser divertido, pero a veces, en contadas ocasiones. Hacer el idiota continuamente es muy peligroso y todos los datos indican que mucha gente está haciendo el idiota y encima mira hacia otro lado como si no hubiera pasado nada. ¡Despierten ya!
Vía El Diestro
