domingo. 29.09.2024

En esta época de frío, lluvias y tiempos cambiantes, la gripe y el refriado vuelven a hacer su aparición. Incluso, para muchos es una temporada donde les resulta imposible escaparse de ninguno de los dos, tanto, que se padece con más frecuencia de lo que se desearía. Es por esto que, desde bien pequeños, nos han hecho uso de los remedios para ambos catarros. Pero, ¿qué hay de las vitaminas?

Estos procesos los producen los diversos tipos de virus, que pueden dar lugar a congestiones, estornudos, dolor de garganta, tos y a veces cefalea, fiebre y ojos enrojecidos, aunque es verdad que los síntomas varían de persona a persona y de resfriado a resfriado. De todos modos, también es posible combatir tanto la gripe como el propio resfriado de la mano de algunas vitaminas. Las conocemos desde MERCA2.

LA GRIPE Y LOS RESFRIADOS, ¿SON LO MISMO?

Lo primero que tenemos que decir, ante todo, es que, aunque comúnmente se les suele llamar por el mismo nombre, se confunden: los resfriados no son lo mismo que una gripe, y viceversa. La diferencia más visible entre ambas enfermedades es la intensidad de los síntomas. Al contrario que el resfriado, la gripe es mucho más intensa y debilitante, pudiendo provocar fiebre alta durante tres días o más. Otra diferencia es que la gripe aparece súbitamente y sus síntomas pueden durar una o dos semanas. Por el contrario, el resfriado llega de forma gradual y tiene una duración más corta.

Y es ahí cuando la alimentación es fundamental. Porque desde siempre nos han dicho que nuestra nutrición puede ayudarnos a crear una barrera contra el resfriado y gripe en invierno. Cuando sentimos molestias en la garganta o un leve malestar en el cuerpo, no dudamos en incluir mandarinas y naranjas en nuestro menú, ya que sabemos que contienen vitamina C, necesaria para reforzar nuestro sistema inmune. Pero, sabías ¿qué hay otras ciertas vitaminas específicas que ayudan a que no pasemos por estos estados? 

LA C, LA VITAMINA DE LAS VITAMINAS CONTRA LOS CATARROS

Ante esto, también, damos con que son vitaminas específicas las que se centran en esta dirección, en concreto la que tiene que ver con la vitamina C. Esto es porque esta es un nutriente muy vinculado a las defensas del organismo, donde esto es así porque la evidencia señala que tiene funciones antiinflamatorias y antioxidantes que podrían influir en el sistema inmunitario. De esta manera, la vitamina C influye sobre las células del sistema de defensas estimulando su producción, favoreciendo el desarrollo de anticuerpos, así como ser de mucha utilidad para prevenir infecciones de diferentes tipos.

Cumpliendo, entre otras, varias funciones en nuestro cuerpo, la C se puede decir que es como la vitamina de las vitaminas para nosotros. Sobre todo porque también hace por ayudar a que nuestro cuerpo produzca colágeno, un elemento fundamental para la creación de tejidos, cartílagos y tendones. En el caso que nos centramos, por ejemplo, se ha demostrado que el consumo de un zumo de naranja (concentrado de vitamina C) reduce el riesgo de constipados hasta un 50%.

LAS VITAMINAS DE TIPO A REFUERZAN EL SISTEMA RESPIRATORIO

Se sabe que el estrés oxidativo puede afectar de forma negativa a la función del sistema inmune, que nos defiende de virus y bacterias. Por este motivo, y más allá de la importancia en vitaminas como la C, los deportistas también recurren a la de tipo A. Esta, al igual que la E y la K, se presenta como un remedio certero en diferentes alimentos para ayudar a combatir el resfriado o gripe, o al menos protegernos de buena manera ante ello.

Esta, que entra en el grupo de las vitaminas liposolubles, tienen propiedades que son bastante eficaces para actuar ante las mucosas respiratorias, o lo que es lo mismo: promueve la formación de mucina (uno de los ingredientes del moco y de las partículas respiratorias que expulsamos al respirar), lo que ayuda al sistema inmunitario a controlar su defensa contra los antígenos y a mantener la integridad general de las barreras mucosas. Estas vitaminas de TIPO A las podemos hallar en alimentos como la zanahoria, calabaza, melocotón o la mantequilla.

LAS VITAMINAS DE TIPO D, OTRA GRAN BENEFICIARIA PARA NUESTRO SISTEMA INMUNE

Al mismo tiempo, y de buena manera que lo puede llegar a hacer la C o la A anteriormente mencionada, otra de las vitaminas que más nos pueden ayudar a que este otoño-invierno no caigamos en un resfriado o gripe es la que tiene que ver con las vitaminas de tipo D, otra de las más características y que mejor se dan en nuestro día a día. De hecho, distintos estudios han demostrado que menores niveles de vitamina D se asocian con un mayor riesgo de infecciones.

Sobre ello, es preciso mencionar que la misma hace de protección contra infecciones respiratorias, incluyendo la bronquitis y la neumonía. Por tanto, y teniendo en cuenta el papel que juega dicha vitamina para nuestro sistema inmune, en esta temporada del año es sumamente importante tener en cuenta la inclusión este tipo de vitaminas en nuestra dieta habitual. Esta se da en alimentos como los pescados grasos (trucha, salmón, atún y caballa), pero también en el queso y la yema del huevo.

LAS DEL GRUPO B, APTAS PARA LAS ‘DEFENSAS BAJAS’

Asimismo, en estas fechas la mayoría de niños y personas adultas están mucho más propensas a contagiarse del virus debido a la falta de nutrientes que podrían mantener en su cuerpo. Así que, para esta protección, también podemos echar mano de las que son las vitaminas del grupo B, otra de las importantes pero no tan conocidas como, por ejemplo, la D o la C.

Estas funciones muy relevantes en el organismo, lo que las convierte en garantes de la salud. Tampoco es necesario consumir grandes cantidades, pero sí mantener una dieta que proporcione los niveles adecuados. Estas intervienen en la respuesta inmune, en el metabolismo de los hidratos de carbono, proteínas o ácidos grasos, así como participan en procesos de detoxificación, crecimiento de tejidos y producción de glóbulos rojos. Son muy aptas para cuando estamos de ‘defensas bajas. Se dan en ocho tipos, y se encuentran en alimentos como las legumbres, el pescado, hojas verdes, carne, mariscos, leche, huevos, cereales o frutos secos.

LAS DE TIPO E, UN ANTIOXIDANTE NATURAL QUE FORTALECE AL SISTEMA INMUNITARIO Y PROTEGE SUS CÉLULAS

Evitar contraer la gripe o un resfriado no es tarea fácil, pero, como estamos viendo, existen ciertos métodos cosas que puedes hacer para reforzar tu sistema inmunitario. A medida que envejecemos, nuestro sistema inmunitario cambia y cada vez tiene menos capacidad para identificar virus extraños. Nuestro organismo produce menos glóbulos blancos, lo que aumenta el riesgo de contraer enfermedades como la propia gripe. Es ahí donde entran las últimas vitaminas, además de las vistas: la de tipo E.

Esta se refiere como una fundamental para lo que es el funcionamiento de varias estructuras del cuerpo. Resulta imprescindible para mantener sano el sistema nervioso, el cardiovascular, los músculos y las retinas, entre otras funciones. Pero, sobre todo, se centra como un antioxidante natural que fortalece al sistema inmunitario, protegiendo sus células. Muy útiles para las personas mayores que tienen bajas defensas, se dan en el aceite de oliva virgen. las aceitunas, los frutos secos, el germen de trigo, el aguacate y las verduras de hoja verde (espinaca, acelgas, brócoli…).

Vía merca2

Las cinco vitaminas que necesitas para no pasar una gripe o resfriado