A un paso del fracaso de la transición energética y del Plan Biden para la transformación progresista en EE.UU

Apenas once meses desde su toma de posesión, el Presidente Biden acaba de presenciar como el núcleo de su programa político –tomado prestado del ala extremista del Partido Demócrata (Bernie Sanders, Elizabeth Warren y cia.)- ha encallado de forma –muy probablemente- definitiva.

Anteayer, domingo, nos enteramos de que es casi imposible que finalmente sea aprobado en el Senado el paquete legislativo, de elevadísimo coste, en el que Biden había incorporado casi todas las políticas de transformaciones radicales que se proponía adoptar en su presidencia.

Este conjunto de políticas suponía la más drástica transformación económica y social de EE.UU. desde el New Deal de Franklin Roosevelt, en la década de 1930.

Comprende medidas climáticas y energéticas, subvenciones a los coches y bicicletas eléctricos, cierre de minas y centrales térmicas, apoyo a los inmigrantes ilegales, una gran expansión de toda una serie de ayudas sociales, apoyo a periódicos locales, investigación y desarrollo, etc.

 

Un tercer paquete de estímulo económico extraordinario

El paquete, llamado Build Back Better Act (BBB) -que no cuenta con el apoyo de ningún republicano-, pretende añadir otros más de 2 billones de dólares (billones con 12 ceros), a lo largo de diez años, a las leyes que ya aprobó Biden durante este año:

A) la prolongación, en marzo 2021, por un periodo de tiempo demasiado largo, de las ayudas económicas para contrarrestar los efectos de la pandemia del Covid-19, que tuvo un importe de 1,9 billones de US$ y cuyo título es COVID-19 Stimulus Package (o American Jobs Act). Ningún republicano votó en favor. Por cierto, esas ayudas a millones de personas, por no trabajar, están ocasionando que 11 millones de puestos de trabajo que están siendo ofertados por las empresas (job openings), queden vacantes durante meses, lo que no pasaba desde hace décadas;

B) otros 1,2 billones de US$ extra, para mejorar las infraestructuras –durante varios años-, fueron aprobados por el Congreso este mes de noviembre. El plan, que se venía discutiendo desde hace muchos años, si que contó con el apoyo de varios congresistas republicanos.

Por tanto, ambos paquetes económicos especiales ya aprobados en 2021 suponen 3,1 bill. US$, esto es, el 47% del importe del presupuesto federal de gastos normal para 2020, que fue de 6,6 bill. US$.

De aprobarse, finalmente, el tercer paquete –el BBB Act- por un importe de, digamos, otros 2 bill. US$, el montante conjunto (5,1 bill.US$) supondría un gasto público adicional equivalente al 77% del presupuesto de gastos anual normal -que, en 2020, fue de 6,6 bill.US$-.

Esta es la monstruosidad de multiplicación astronómica del gasto público extraordinario que propone el Presidente Biden y el Partido Demócrata.

 

Necesitan el voto de los 50 senadores demócratas

El senador demócrata de Virginia Occidental Joe Manchin, anunció finalmente –este pasado domingo- que no piensa votar a favor de aquel paquete y, como para ser aprobado el paquete en el Senado necesita el apoyo de los 50 senadores demócratas, probablemente ni llegue a ser presentado al pleno.

Este paquete legislativo BBB, se lleva discutiendo desde la pasada primavera y, hay que decirlo claramente, desde aquel mismo comienzoeste senador demócrata moderado, Joe Manchin, así como la también senadora demócrata Kyrsten Sinema (de Arizona), expresaron sus grandes dudas sobre el mismo y su dificultad para apoyarlo.

Por tanto, no son ciertas –como suele ocurrir- las acusaciones que los radicales demócratas están haciendo sobre el supuesto “giro de 180 grados en el último minuto” del senador Manchin.

En España, desgraciadamente acostumbrados a la lamentable sumisión sistemática de los parlamentarios a la dirección de sus respectivos partidos políticos, resulta difícil comprender que pueda ocurrir lo que estamos hablando sobre el senador Manchin, pero en EE.UU. eso sucede con alguna frecuencia.

La dependencia de los congresistas con respecto a sus partidos es mucho menor que en España (no son las cúpulas las que les designan como candidatos, sino en primarias de los votantes demócratas) y se deben –ante todo- a los votantes de sus circunscripciones.

Digamos, de paso, que recientes encuestas entre los votantes de Virginia Occidental (el estado del senador Manchin, donde abunda la minería del petróleo y gas) la mayoría de los encuestados se opusieron al plan BBB del Presidente Biden.

 

Joe Biden no obtuvo un mandato electoral para revolucionar la estructura económica y social del país

Como acabo de decir, Biden no puede permitirse que ni uno sólo de los 50 senadores de su partido se oponga al paquete legislativo BBB, ya que la oposición republicana cuenta también con 50 senadores. Cuando se producen estas situaciones, el vicepresidente –en este caso, la Sra. Kamala Harris- puede deshacer el empate.

Actualmente, la mayoría demócrata en el Senado es tan sólo de un único voto.

En la Cámara de Representantes los demócratas cuentan con una exigua mayoría: 221 congresistas frente a 213.

Cuando se producen estas situaciones, lo que ha hecho el partido que se encontrara en esa posición era gobernar desde el centro, proponiendo habitualmente proyectos de ley no muy partidistas, que pudieran atraer el apoyo de parte de los parlamentarios de la oposición.

Además, recuerden Vds. que durante la campaña electoral del pasado año 2020, el candidato Joe Biden prometió reiteradamente “buscar la unión del país” como forma de superar la conflictividad de la presidencia de Donald Trump.

Ahora bien, nada más llegar Joe Biden a la Casa Blanca, lo que ha hecho es exactamente lo contrario: se ha aliado estrechamente con el ala extremista de su partido, de forma que casi ninguno de los proyectos de ley que están saliendo del Capitolio ha recibido ni un solo voto de la oposición republicana. Esto es, está gobernando de un modo rabiosamente partidista.

Según dicen personas próximas al Presidente Biden, éste se ha convenido de que su papel es uno tan “transformador” (o rompedor) como el que Franklin Roosevelt jugó en los años de 1930, con sus políticas del New Deal y otras. Pero parece olvidarse Biden que su predecesor, entonces, contó con una amplia mayoría en el Congreso, esto es, que había recibido un fuerte mandato de los electores, del que Biden carece.

 

Lo que la oposición de Manchin al paquete BBB supone para el país

Siguiendo a los editorialistas del principal diario conservador, el Wall Street Journal, podemos afirmar lo siguiente.

El senador Manchin ha salvado al país de un mayor y más prolongado proceso inflacionista, del que Biden ya ha puesto en marcha nada más llegar al cargo el pasado mes de enero, con su desbocada elevación del gasto público, como no sucedía desde hacía casi medio siglo. El crecimiento de los precios al consumo en noviembre ha sido el mayor en 39 años: 6,8%(en tasa anual). El año anterior, 2020, bajo Trump, la subida fue de sólo 1,4%.

El senador Manchin también ha librado a EE.UU. de la desmesurada expansión del intervencionismo público que comporta el paquete BBB en la economía nacional y sobre la sociedad americana, en infinidad de aspectos.

Además, Manchin ha evitado que su partido abrume al país con una pesadísima deuda pública, durante décadas, que –por otra parte- hubiera reducido su capacidad para destinar al presupuesto militar las cantidades necesarias a los grandes riesgos internacionales, como una eventual invasión rusa de Ucrania o el intento militar chino de apoderarse de la isla de Taiwan.

Finalmente, no cabe ninguna duda de que la irresponsable transición energética que Biden se había propuesto (a imitación de Europa), arrinconando los combustibles fósiles (gas, petróleo y carbón), mediante todo tipo de prohibiciones e impuestos, ha recibido un golpe del que es casi imposible que se reponga.

 

El fracaso del paquete radical BBB representa una oportunidad para que el Presidente Biden rectifique

Finalmente, los editorialistas del Wall Street Journal (WSJ) consideran que “la oposición [de Manchin] al [paquete] Build Back Better proporciona a Biden la posibilidad de cambiar de rumbo”, alejándose del extremismo y buscando gobernar desde el centro.

Desde ese mismo pensamiento, el WSJ ha titulado del siguiente modo su editorial: “[El senador] Manchin ha salvado a los demócratas”, del extremismo de su paquete legislativo BBB.

Aunque los editorialistas no dicen si piensan que el Presidente Biden aprovechará realmente esta oportunidad, no es probable que lo haga ya que él mismo se ha colocado en la posición de prisionero de los dirigentes radicales actuales del Partido Demócrata: el senador Bernie Sanders, la senadora Elizabeth Warren, la congresista Alexandria Ocasio Cortez …

 

 

Vía A Orillas del Potomac